
La mujer de la Biblia

Por: M. Cecilia Celso
Hace algunos días hablaba en el blog que se titula “Ser ayuda idónea”, que la tarea principal como esposa, es la de complementar a nuestro esposo ayudándolo y acompañándolo a tomar buenas decisiones, para facilitarle su desempeño el cual fue designado como cabeza del hogar, y que dentro de cada tarea no debe faltar el amor, el respeto y la comprensión, ya que este diseño divino hecho por Dios requiere de mucha responsabilidad.
Hay una palabra infalible que refleja el carácter y la persona de Cristo, que es: «servir», y que representa la vida de un creyente (Juan 13:14,15,17).
Esto nos muestra cuan importante es reflejar esa virtud priorizando nuestro hogar, y haciéndolo también con el prójimo. Que la mujer haya sido diseñada como ayudante del hombre, y creada para el hombre (Gen 2:18, 2:20), no disminuirá su rol. «Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón» (1 Cor 11:11).
​
El hombre también tiene requisitos y deberes conyugales en su rol como esposo que debe cumplir y obedecer (Leer Ef 5:25:33).
Cuando hablamos de sujetarnos a nuestros esposos, entendemos que al hacerlo, él debe sostenerme y agarrarme con firmeza para no caer o tropezar, es la misma acción de bondad y amor que Dios tiene hacia nosotras, en Su providencia y protección. Y si de la misma forma nos ocupamos de nuestro matrimonio, estaremos cumpliendo con los mandatos que se citan en las Escrituras. Primero porque amamos a Dios. Segundo a nuestros esposos, y por eso guardamos Sus preceptos, con toda sumisión.
Efesios 5:22-24
22. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
23. porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
De manera que esto me hace ver y entender, que puedo preguntarle a mi esposo: ¨¿En qué puedo ayudarte en el día de hoy?¨, ¨¿en qué puedo ser útil, para facilitarte el día de hoy?¨
​
Lo que generan estas dos preguntas son: predisposición, amabilidad y compromiso en el matrimonio.
​
Por otro lado, de la manera que hagas tales cosas, también se verá reflejado el carácter de Cristo, donde aquí se involucra el fruto del Espíritu Santo y Sus características, es decir con qué intención hago tal cosa, y cómo me desempeño para obtener un resultado óptimo.
¿ Lo hago con entusiasmo y gozo como para el Señor?
¿Lo hago con dedicación y mucho amor?
¿Cuando recibo una corrección, mi reacción es la correcta?
¿Soy paciente?
Amada, en este ministerio que es el matrimonio, pasaremos por muchas situaciones y pruebas, pero debemos entender que de la manera que tratemos a nuestros esposos y le sirvamos como ayuda idónea, reflejaremos la imagen y carácter de Dios. Y si nuestro matrimonio está cimentado en la Palabra de Dios, pues entonces seremos el reflejo de Su iglesia.
¨a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha¨ Efesios 5:27.
​
​
​