
La mujer de la Biblia

Por: M. Cecilia Celso
​
En un mundo que nos urge a buscar nuestra propia gloria y reconocimiento, es fácil perder de vista lo que verdaderamente importa. Pero como mujeres de fe, sabemos que nuestro propósito va más allá de nosotras mismas. Hoy quiero compartir contigo una reflexión que me ha impactado profundamente sobre el servicio y el amor. ¡Te invito a unirte a mí en esta reflexión!
​
Amigas queridas,
​
Hoy quiero hablarles sobre algo que me parece fundamental en nuestra vida como mujeres de fe: el servicio. Desde el inicio de la iglesia primitiva hasta hoy, podemos ver a las mujeres sirviendo en la obra misionera de Dios, en diferentes áreas dentro de cada iglesia local. Pero cuando el servicio del culto finaliza, las luces del salón de reunión se apagan y retornamos hacia nuestros hogares, ¿cómo sigue nuestro día? ¿Qué hacemos la mayor parte del día? ¿Nuestro corazón sigue latente y predispuesto al servicio?
​
La verdad es que la mayoría de los cristianos siguen sus vidas "normales" hasta el día de un nuevo culto. Pero ¿es eso todo lo que Dios espera de nosotras? ¿No hay algo más que podemos hacer para servirle y representarle en este mundo?
​
Como verdaderas creyentes, debemos abocarnos al servicio, no solo de la iglesia donde nos congregamos, sino fuera de ella. Siempre debemos ser diligentes hacia los deberes cristianos. Ayudar al necesitado, recibirlo con amor, ser hospitalarias, estar siempre predispuestas a ayudar al prójimo, bendecirlo y animarlo, mostrar a Cristo por medio de las buenas obras, que son la evidencia al hacer tales cosas.
​
Pero ¿cómo podemos hacer esto? ¿Qué modelo debemos seguir? La respuesta está en la Biblia. En San Juan 13:1-20, leemos sobre cómo Jesús lava los pies de sus discípulos. ¿Qué podemos aprender de este pasaje?
​
"Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin." (San Juan 13:1)
​
¿Notan algo especial en este versículo? Jesús sabía que su hora había llegado, pero en lugar de preocuparse por sí mismo, se preocupó por sus discípulos. Los amó hasta el fin. ¿Qué significa esto para nosotras? ¿Cómo podemos amar a los demás hasta el fin?
​
"Se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido." (San Juan 13:4-5)
​
¿Qué está haciendo Jesús aquí? Está sirviendo a sus discípulos. Está lavando sus pies. ¿Por qué? Porque quería mostrarles que el verdadero liderazgo es el servicio. Que el verdadero amor es el que se sacrifica por los demás.
​
"El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos." (San Juan 13:10)
​
¿Qué significa esto para nosotras? ¿Cómo podemos aplicar este principio en nuestra vida diaria? ¿Cómo podemos ser como Jesús, que se humilló y sirvió a los demás?
​
"Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis." (San Juan 13:15)
​
¿Qué ejemplo nos ha dado Jesús? El ejemplo del servicio. El ejemplo del amor. El ejemplo de la humildad. ¿Cómo podemos seguir este ejemplo en nuestra vida?
​
Amigas queridas, hoy quiero dejarles con algunas preguntas para considerar: ¿Qué podemos hacer hoy para servir a los demás? ¿Qué podemos hacer para mostrar a Cristo en nuestro mundo? ¿Qué podemos hacer para amar a los demás hasta el fin?
​
Que Dios nos guíe y nos dé la gracia para servirle y representarle en este mundo.
​