La mujer de la Biblia
Dios nos quiere santas
¡Oh Mujer! Dios nos quiere santas, pulcras, apartadas.
Hoy tendremos una visión y comprensión más clara, sobre la carta que escribió Pablo a la iglesia de Éfeso.
En Efesios 1:3-7
Elección y predestinación
Bendiciones espirituales en Cristo
3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
4. según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5. en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6. para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
1:3 Bendito. Se deriva de la palabra griega eulogia que significa alagar o elogiar “hablar bien de”. Bendecir a Dios es el deber supremo de todas las criaturas. (vea las notas sobre Ro 1:18-21; Ap. 5:13).
1:3 Dios... que nos bendijo con toda bendición espiritual. “Espiritual” No se refiere a bendiciones etéreas en oposición a bendiciones materiales. Sino más bien a la obra de Dios quien es la fuente divina y espiritual de todas las bendiciones existentes, es decir “en el cielo” desde donde proceden todas sus bendiciones en Cristo,
Y que solo pertenecen a los creyentes que son sus hijos, por medio de la fe en Cristo, para que todo lo que Él tiene sea de ellos, su justicia, sus recursos, su posición y su poder. (Ro 8:16, 17)
1:4 nos escogió antes de la fundación del mundo. A través de la voluntad soberana de Dios, antes de la creación del mundo y por lo tanto, independiente de toda influencia humana, y aparte de todo mérito humano. Aquellos que son salvos han alcanzado la unidad eterna con Cristo. (1 Pedro 1:20)
santos y sin mancha delante de él. Esto describe tanto un propósito como un resultado en la elección divina de los que habrán de ser salvos. Las personas injustas son declaradas justas, los pecadores indignos son declarados dignos de la salvación. Todo porque son escogidos en Él (Cristo). Esto se refiere a una justicia imputada de Cristo que es concedida a los creyentes. Una justicia perfecta que pone a los creyentes en una posición santa y libre de culpa ante Dios. ( Ef 5:27; Col 2:10) aunque la vida diaria haga inevitable que no vivan todo el tiempo conforme a sus parámetros de santidad perfecta.
1:5 En amor. Esta frase debe colocarse al comienzo del v. 5 porque introduce el motivo divino del propósito de Dios en su elección soberana. (Dt. 7:8)
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos. Dios de forma milagrosa otorga su propia naturaleza a quienes ha elegido y han confiado en Cristo. Él los convierte en hijos suyos a la imagen de su Hijo divino y no solo les concede las riquezas y bendiciones de Cristo, sino su misma naturaleza. (Jn. 15:15; Ro. 8:15)
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1:6 Para alabanza de la gloria de su gracia. El propósito último de la elección para salvación es la gloria de Dios. (Fil. 2:13; 2 Ts. 1:11, 12)
con lo cual nos hizo aceptos en el Amado. Aquí “cual” se refiere a la gracia divina (amor y favor inmerecidos) que ha hecho posible que los creyentes sean aceptados por Dios mediante la muerte sustitutiva y la justicia imputada que han sido suministradas por Jesucristo. (“el Amado” Mt. 3:17; Col. 1:13) Por cuanto los creyentes son aceptados en Él , ellos como Él son los amados de Dios.
1:7 redención por su sangre. El término aquí se refiere al pago a Dios del rescate requerido para dejar en libertad a una persona esclavizada. El sacrificio de Cristo pagó ese precio por cada persona elegida que había sido esclavizada por el pecado. Para comprar su libertad y sacarlos de la esclavitud a la iniquidad. (2 Co. 5:18, 19) El precio de la redención humana fue la muerte de Cristo (Lv. 17:11; Ro. 3:24, 25; He. 9:22; 1 Pe 1:18, 19; Ap. 5:8-10)
1:7b, 8 el perdón de pecados, en toda sabiduría e inteligencia. La redención trae la gracia ilimitada de Dios (Ro 5:20) y perdón del pecado. (Mt. 26:28; Hch. 13:38, 39; Ef. 4:32; Col. 2:13; 1 Jn 1:9) También trae entendimiento y origen divino. (1 Cor. 2:6, 7, 12, 16)
Extraído de la Biblia de estudio MacArthur.
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La mujer de la Biblia.