
La mujer de la Biblia

"¿Es bíblico llevar a nuestros hijos a la escuela dominical?"
Hoy, en «Charla de sobremesa», abordamos uno de los temas más relevantes y controvertidos en la historia del cristianismo: «¿Es bíblico llevar a nuestros hijos a la escuela dominical?».
Nuevamente, contamos con la participación de Rafael Barrera y María Cecilia Celso, quienes compartirán sus perspectivas sobre este tema.
¡Únete a nosotros! Estoy segura de que esta serie enriquecerá tu comprensión.
"¿Por qué nació?"
Durante mucho tiempo, las escuelas dominicales fueron la única forma en que las familias de clase trabajadora podían recibir educación. Este espacio ha sido muy importante dentro del protestantismo. Ha sido el principal vehículo para enseñar los principios cristianos y la Biblia a las nuevas generaciones durante siglos. Las escuelas dominicales ocuparon durante mucho tiempo el rol de una escuela tradicional: eran el lugar donde los niños pobres podían aprender a leer y a escribir.
El movimiento de la escuela dominical comenzó formalmente en Gran Bretaña en la década de 1780. La Revolución Industrial provocó que muchos niños tuvieran que ser empleados en fábricas. Las condiciones eran tan duras que muchos cristianos querían liberar a estos niños de una vida de analfabetismo. Hasta bien entrado el siglo XIX, las horas de trabajo eran largas. Las primeras restricciones legislativas modestas vinieron en 1802 cuando se limitó la jornada laboral de los niños a 12 horas. Este límite no se redujo nuevamente sino hasta 1844. Además, el sábado era parte de la semana de trabajo regular. El domingo, por lo tanto, era el único tiempo disponible para que estos niños recibieran algo de educación.
M. Cecilia: Este tema me provoca un sentimiento muy especial, ya que estuve varios años como maestra bíblica de niños de 10 a 12 años en mi iglesia local. Esa etapa me marcó profundamente y la recuerdo con mucho cariño.
M. Cecilia: ¡Hola, Rafael! ¿Cómo estás?
Rafael: ¡Hola! Muy bien, ¿y tú?
M. Cecilia: ¡Muy bien! Analicé recientemente la escuela dominical y su función hoy en día. Me pregunté si las Escrituras respaldan esta práctica, considerando que la mayoría de las iglesias evangélicas tienen escuelas dominicales. Algunas se llevan a cabo durante el culto, mientras que los padres participan en la predicación y oración corporativa. Otras, se realizan los domingos antes del culto vespertino. ¿Es esta práctica bíblica? ¿Qué enseñan las Escrituras sobre la instrucción de nuestros hijos?
Rafael: Bueno, para responder si esta práctica es bíblica, debo decir que no, al menos no como se hace hoy. Lo que sí es bíblico es que cada padre y madre se encarguen de enseñar a sus hijos sobre Dios. Las Escrituras instruyen que los niños reciban instrucción bíblica, es decir, que conozcan a Dios.
Lo interesante es analizar por qué las iglesias han quitado esta responsabilidad a los padres o si los padres han renunciado a ella por cuenta propia. Dar clases a niños no es malo; es edificación si se hace con calidad. Sin embargo, nunca se debe suplantar a los padres en esta responsabilidad y bendición.
Al buscar una perspectiva bíblica, llegamos al pasaje definitivo del Antiguo Testamento sobre la educación de los niños en Deuteronomio 6:5-8: "Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón... y repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes." La historia hebrea revela que el padre debía instruir diligentemente a sus hijos en los caminos y palabras del Señor para su desarrollo espiritual y bienestar.
Este mensaje se repite en el Nuevo Testamento, donde Pablo exhorta a los padres a criar a los hijos en la "disciplina y amonestación del Señor" (Efesios 6:4). Proverbios 22:6 también nos dice: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." El entrenamiento incluye no solo educación formal sino también las primeras instrucciones que los padres dan a un niño, su educación temprana. Esta formación establece firmemente al niño en el fundamento sobre el cual se basa su vida.
M. Cecilia: Es evidente que muchos padres han delegado la educación cristiana en la iglesia a través de la escuela dominical, descuidando su responsabilidad en el hogar. La escuela dominical, en su mayoría, ha perdido su esencia y enfoque en la sana doctrina. Lamentablemente, son pocas las iglesias que enseñan correctamente a los niños sobre quién es Dios y Su carácter.
He visto maestros neófitos que desconocen las Escrituras y la doctrina que usan es muy errónea. Un niño de 6 años debe conocer al menos tres atributos de Dios y sus significados. Hoy vemos niños que conocen la Biblia solo de una manera ilustrativa como historias creadas que parecen cuentos de Disney. Es básicamente colorear la famosa túnica de José y los animalitos del arca de Noé sin saber el contexto.
Insistiré en animar a los padres a leer y estudiar la Palabra de Dios con sus hijos. Perseveren y esfuércense por lograrlo. Por otro lado, no estoy en contra de los estudios bíblicos para niños si se realizan conforme a la Palabra de Dios, respetando los patrones bíblicos. Muchos niños no tienen acceso a este conocimiento en sus hogares. Recuerdo que en mi clase había niños que asistían porque fueron invitados por otros, y sus padres no eran creyentes.
Rafael: Estoy de acuerdo en todo, especialmente en que no siempre tienen enseñanza en su casa. Servir en la iglesia de ese modo es bueno, siempre que no se suplante a los padres en esa responsabilidad. Yo mismo di estudios bíblicos a niños pequeños y es muy gratificante verlos crecer y saber que les fue útil.
¡Tú sabes lo maravilloso que es ver a los niños iluminados cuando conocen a Dios! Estoy seguro de que tienes muchas anécdotas que compartir al respecto.
Considero que, en lugar de eliminar las escuelas para niños, deberíamos crear programas para padres que necesitan aprender a instruir a sus hijos en la sana doctrina. Incluso, sería beneficioso ofrecer clases bíblicas conjuntas para padres e hijos, además del servicio general de culto donde todos estén juntos, como familia, alabando desde el más pequeño hasta el más grande.
¿Qué opinas de esto?
M. Cecilia: Creo que las iglesias evangélicas necesitan ser reformadas en muchos aspectos, volviendo al diseño original. Recuerdo cuando era niña, mi abuela me llevaba a las reuniones de la iglesia en casas de familiares. Ella me sentaba a su lado y me decía que me quedara quieta, ¡algo imposible para una niña de 8 años! En aquel tiempo, los cultos eran solemnes y humildes, y las familias asistían juntas.
Considero que deberíamos retomar este modelo. Aunque vivimos en el siglo XXI y todo avanza rápidamente, no podemos permitir que las influencias del mundo se infiltren en la iglesia de Cristo. Como familias y miembros de la iglesia, debemos congregarnos juntos y ser un buen ejemplo para nuestros hijos.
Rafael: La iglesia debe preocuparse por preservar su diseño original y mantenerse en sana doctrina, para salvaguardar a los miembros del cuerpo de Cristo y a las generaciones futuras. Debemos mostrar a los niños cómo caminamos en santidad, poniendo el ejemplo con hechos y no solo con palabras.
M. Cecilia: Mi consejo para los padres es: si envían a sus hijos a la escuela dominical, supervisen y verifiquen que lo que les enseñan sea bíblico. Anímense a tener un tiempo de lectura y estudio en familia.
Rafael: ¡Bendiciones!
M. Cecilia: ¡Gracia y paz!
Sobre el autor:

Rafael Barrera
Actualmente, Rafael pastorea la Iglesia Ministerio Evangélico Vida y Gracia, en Ciudad de México. Además, imparte clases de estudio bíblico y consejería, y participa en diversas conferencias desde hace doce años.

María Cecilia Celso
María Cecilia sirve en el Ministerio de La Mujer de la Biblia, donde es autora de varios textos. También aporta su voz en los videos. Desde hace diez años reside en el sur de Argentina, en la Provincia de Santa Cruz. Está felizmente casada y tiene tres hijos. Agradece a todas las mujeres de esta página por apoyar este Ministerio y las anima a seguir creciendo espiritualmente, reflejando la imagen y carácter de Dios.