La mujer de la Biblia
Nahúm
Autor: J. Vernon McGee
La justicia y bondad de Dios
El hombre ha aprendido que no puede hacerle frente a la naturaleza. Víctor Hugo escribió tres grandes novelas. Una de ellas fue Los Miserables, para demostrar que la sociedad es enemiga del hombre; escribió Nuestra Señora de París, para demostrar que la religión es enemiga del hombre, y escribió Los Trabajadores del Mar, para demostrar que la naturaleza es enemiga del hombre. Bueno, todo esto se debe a cómo el hombre se ha aproximado a estas cosas. La religión a sido un enemigo del hombre. La sociedad de hoy es enemiga del hombre. Y la civilización no es amiga de la gracia, de eso estoy seguro. Es verdad que la naturaleza puede ser enemiga del hombre, pero la naturaleza también puede ser amiga del hombre. El asunto es que, si uno va a luchar contra la naturaleza, está luchando en una batalla donde por seguro saldrá perdedor. Eso es lo que Víctor Hugo trató de decirnos en sus novelas.
¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Esta pregunta fue dirigida a la gente de Nínive que había rechazado la misericordia de este Todopoderoso Dios. ¿Tiene usted, la respuesta a estas preguntas? Yo quisiera preguntarle esto a usted, si usted aún no es salvo. Quizá usted está dependiendo de su propia justicia y de su propia bondad. Pero ¿piensa usted realmente que puede presentarse ante la presencia de un Dios santo que aborrece el pecado de manera absoluta y que va a castigar el pecado? ¿Podrá estar usted delante de Su presencia santa?
El brillante catedrático C. S. Lewis escribió un libro en que él cuenta acerca de un viaje en autobús que partía desde el infierno, y llegaba al cielo. Aquéllos que estaban en el infierno podrían hacer este viaje en autobús hacia el cielo. Cuando el autobús se llenó, partió y luego, cuando llegaron al cielo, el chofer del autobús ubicó su vehículo en la playa de estacionamiento, y estoy seguro que tiene que haber mucho lugar allá arriba. El chofer les dijo a todos los pasajeros del autobús que iba a regresar a las cuatro de la tarde, que ese autobús iba a partir y regresar al lugar de donde había venido, y que era el infierno. Así es que, a las cuatro de la tarde el autobús estaba repleto. Todos habían regresado. El chofer del autobús les dijo que, si querían quedarse, podían hacerlo. ¿Por qué no se quedaban? C. S. Lewis dice: “Ellos descubrieron que no había ningún lugar para ellos en el cielo”. Uno de los grandes santos del pasado, Anselm, lo expresó así, “prefiero ir al infierno sin pecado, que ir al cielo con pecado”.
¿Quién permanecerá delante de su ira? Si usted no tiene un Salvador, ¿cómo va a poder estar delante de la presencia de un Dios santo? ¿Piensa usted que puede hacer eso? Eso es algo verdaderamente imposible. Usted no puede ir allí sin un Salvador. Eso es lo que significa el ser aceptos en el amado, y el estar en Cristo en el día de hoy. El principio que Él está señalando aquí es algo verdaderamente tremendo. Dios debe castigar el pecado. Habría algo completamente fuera de lugar en Dios, si Él no llegara a castigar el pecado algún día.
La descripción que Nahum da del poder y de la ira de Dios era para asegurar a la gente de Judá en cuanto a la protección de su Todopoderoso Dios cuando Asiria invadiera su tierra.
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. [Nah. 1:7]
Jehová es bueno. Tengamos esto en mente. Recuerde lo que el salmista dijo: Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos de Jehová. (Sal. 107:1-2) Si no lo dicen los redimidos, nadie lo va a decir. Así es que, yo lo voy a decir: “Dios es bueno, Dios es bueno”, y esto es algo maravilloso saber. Yo no sé quien es usted, o donde está o cómo está. Pero dondequiera que usted esté, sepa que Dios le ama, y que Dios quiere salvarle. Si usted no es salvo, es porque usted no quiere acercarse a Él, porque Él puede salvarle, y Él le salvará. Dios es bueno. Ése es un axioma de las Escrituras. También es un axioma de la vida. Jehová es bueno.
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia. ¿Está usted pasando por momentos de angustias? Si usted quiere tener un buen refugio, el Señor es ese refugio.
Y conoce a los que en él confían. Es bueno saber que yo no me voy a perder en el amontonamiento. No me voy a perder en las multitudes. Cuando voy de ciudad en ciudad, a veces veo el aumento de la población, y pienso que todo el mundo ha venido a vivir donde yo vivo. Salgo por las carreteras y pienso que toda la gente está en la carretera. Luego, viajo a otra ciudad, y parece que allí está todo el mundo. Las multitudes se encuentran por todas partes. No importa a donde yo vaya, parece que hay grandes multitudes, grandes aglomeraciones de gente, en cualquier continente, a cualquier país de este mundo, en todas partes encuentro multitudes. Si me toca visitar el oriente, si me toca visitar países como Egipto, por ejemplo, o ir a los países árabes, a Turquía, a dondequiera que yo vaya puedo apreciar grandes multitudes de gente. Es bueno, entonces, recordar que el Señor se acuerda de mí por nombre. Yo he confiado en Él. Es bueno saber que las Escrituras dicen: Y conoce a los que en él confían. No es necesario que Él tenga una computadora para recordar mi nombre, ya que nosotros estamos escritos en Su propio corazón. Él ha escrito su propio nombre en las palmas de Sus manos. Él le conoce. Él conoce aquéllos que han confiado en él.
Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos. [Nah. 1:8]
El Señor vencerá y destruirá a los asirios. Inundación impetuosa, habla del río que desborda y causa devastación con su fluyo. Se cree que esto se refiere al ejército de Babilonia que invadió y venció a Asiria. El historiador griego Ctesias del quinto siglo a. C. relata que el ejército de Babilonia era capaz de invadir a Nínive cuando el Río Tigris de pronto se inundó y se llevó las puertas de la ciudad y los cimientos del palacio.
Tinieblas perseguirá a sus enemigos. Esto presenta esa cuestión en cuanto al lugar de castigo permanente. La Escritura dice mucho más en cuanto a que las tinieblas serán aquello que sufrirán Sus enemigos, que el fuego. Aquí se menciona las tinieblas: Y tinieblas perseguirán a sus enemigos. Aun el Señor Jesucristo utilizó esa expresión: Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera... (Mt. 8:12) (Véase también Mt. 22:13) El fuego literal sólo puede tener efecto en lo físico, nunca en lo espiritual. ¡Ah, los fuegos de una conciencia que se ha despertado súbitamente a lo terrible que es haber rechazado a Cristo! Las cosas que ellos debieron haber hecho y no las hicieron. Piense en esas tinieblas de una eternidad perdida, sin poder ver a dónde se está dirigiendo uno. Para mí las tinieblas son la mejor descripción del infierno que el fuego. Quizá esto sea algo nuevo para algunas personas, pero urjo que lo siga en la Palabra de Dios.
La mujer de la Biblia